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  • Arturo Brandt

Gobierno Corporativo y Cambio Climático

El 12 de noviembre pasado la Comisión para el Mercado Financiero (CMF) publicó la NCG 461 que incorpora exigencias de información sobre sostenibilidad y gobierno corporativo en las Memorias Anuales, con el objetivo de que los inversionistas y público puedan evaluar y seleccionar las alternativas en las que estarán mejor resguardados sus intereses, distinguiendo las compañías para identificar, cuantificar y gestionar sus riesgos.


Los riesgos asociados al cambio climático han sido incluidos en la nueva norma, dentro del marco de los Gobiernos Corporativos, como parte de “los riesgos y oportunidades que la entidad hubiere determinado pudieran afectar de manera material el desempeño de sus negocios y su condición financiera”.


La norma alude a los riesgos físicos y de transición en el corto, mediano y largo plazo, debiendo incorporar también los riesgos regulatorios (impuesto al CO2, mandatos de energías renovables, carbono neutralidad al 2050, etc.), reputacionales (valor de la marca asociado a la descarbonización) y litigaciones (más de 2.200 litigios a nivel mundial derivados del cambio climático), que pueden afectar el desempeño financiero de una industria.


Es importante destacar, que tal como lo consagra la norma, éste no es solo un asunto de una correcta evaluación de riesgos, sino que también, de nuevas oportunidades que la nueva economía descarbonizada representa a todo nivel. Un claro ejemplo es la penetración de las energías renovables no convencionales en Chile, que ya representan un 36% de la capacidad instalada, y de la electromovilidad a nivel mundial. TESLA recientemente alcanzó una capitalización de mercado de USD 1 trillón, sumándose al club de solo 6 compañías en EE.UU. que han alcanzado esta meta y superando en capitalización de mercado, a compañías automotrices como Toyota, Volkswagen, BMW y Ford.


La mayoría de las veces observamos con preocupación los efectos que está representando el cambio climático, pero olvidamos que también nos presenta grandes desafíos y oportunidades.


De lo que se trata es de descarbonizar nuestra generación de energía, responsable de un 78% de las emisiones de gases de efecto invernadero, y para lo anterior debemos trabajar para generar las condiciones para que ello ocurra, lo que necesariamente nos traerá nuevos modelos de negocio.


Todo lo anterior debe estar a disposición de los inversionistas, a fin de que estos puedan tomar decisiones informadas y que sin duda les permitan, ser parte de la solución del grave problema que nos aqueja.


Por Arturo Brandt, master of Law in Environmental Laws, Vermont Law School. Director de ACHIDAM.


Las opiniones vertidas son de exclusiva responsabilidad del autor y no representan necesariamente el parecer de la Asociación Chilena de Derecho Ambiental


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